Adiós a los halcones de Casa de Gobierno. Escuchó otras opiniones menos apasionadas y, finalmente, desistirá del recurso de casación. José Alperovich no quiso exponerse, así, a sufrir un revés en la Corte Suprema de Justicia, debido a que el fallo que declaró la inconstitucionalidad de la Junta Electoral Provincial (JEP), era técnicamente bueno, al decir de expertos imparciales. La oposición, con Tres Banderas a la cabeza, se hubiera hecho un picnic con el rechazo del planteo. Fue un acto de desmesura haber instituido el organismo de control de las elecciones con mayoría política (dos sobre tres vocales) en la Constitución de 2006. La decisión de integrar la JEP con mayoría judicial da la sensación de una mayor equidistancia del Ejecutivo. Es una vuelta a la tradición y a la sensatez. La sanción de una ley en ese sentido será una cuestión de mero trámite para el oficialismo. La oposición deberá insistir con la política para enfrentar la hegemonía alperovichista.